Cuando hablamos del tabaco no sólo podemos comentar efectos negativos sobre nuestro organismo a nivel del aparato respiratorio, sino que el tabaco también afecta a nuestra salud a nivel de nutrición, debido a que con el tabaco se consumen una serie de sustancias importantes en el organismo, además de producir efectos adversos que pueden desencadenar problemas muy importantes a largo plazo.
En primer lugar los fumadores deben consumir una mayor cantidad de alimentos con vitamina C, debido a que el consumo de vitamina C de un fumador es muy elevado a causa de los radicales libres, que es uno de los problemas importantes a los que se tiene que enfrentar el fumador. Es también muy importante tener en cuenta que posiblemente el fumador tenga problemas con el aumento de colesterol en sangre y esto es algo que se lo debemos al tabaco.
Si por desgracia no quieres o no puedes dejar de fumar, lo más recomendable es aumentar la ingesta de cítricos para compensar la bajada de vitamina C, además de aumentar los alimentos que tengan vitaminas del grupo B, que se suelen consumir.
Por otro lado es fundamental no excederse en la cantidad de alimentos ricos en colesterol, debido a que el tabaco hace que el fumador tenga con el tiempo una mayor concentración de colesterol «malo» en la sangre. Lo cierto es que las consecuencias de fumar son realmente muy variadas y suelen afectar al sistema respiratorio y también afecta a la nutrición de todas las personas que fuman habitualmente.
Un dato importante para los que creen que fumar luego de una comida colabora con la digestion. Se sabe que el tabaco disminuye la secrecion pancreatica, produciendo una disminucion en la eficiencia de la digestion de la materia prima que ingerimos para ser absorbida por el enterocito.
Y otro dato (aunque no nutricional) es que los defectos que causa el tabaco dobre el ADN puede ser inclusive transmitido a la descendencia. (Articulo publicado por el NEJM)