El te negro, nutrición

El te negro es una infusión cuyo orígenes provienen desde el continente asiático, pero que hoy en día es cultivado en muchas de las regiones con condiciones tropicales y subtropicales del mundo, origniando así muchas variedades. Es la clase que más se conoce y la que más es consumida en todo el mundo.

El te negro se elabora a través de un proceso que comprende etapas de marchitamiento de las hojas, el enrollado de las mismas, la fermentación y finalmente el secada. Básicamente esto es lo que diferencia al te negro del te de tipo verde o rojo.
En cuanto a sus propiedades nutricionales, que es lo que más nos interesa en este blog de nutrición, podremos encontrar que el te negro contiene un alto índice de Teína, mucho más que el resto de las clases de tés. Es así que posee minerales, entre los que se pueden encontrar flúor, aluminio, potasio, fosforo, manganeso, hierro, cinc, magnesio, calcio, etc.

te negro

Una simple taza de te negro le aporta al cuerpo 200 doscientos miligramos de flavonoides, es decir los mismos antioxidantes que se encuentran en muchas verduras y frutas.
Es así que el te negro mejora notoriamente la capacidad dilatadora y de contracción de los vasos sanguíneos, reduciendo el peligro de sufrir afecciones cardiacas o ataques en este musculo tan importante.

El te negro también gracias a los flavonoides, evita la oxidación del colesterol bueno e impide la formación de placas de ateroma (principal responsable de muchos de los accidentes cardiovasculares).
Como ya hemos dicho, entre los minerales y vitaminas y demás compuestos que contiene el Te Negro, tiene Fluor, el cual ayuda a prevenir infecciones en las piezas dentales (aunque mucha gente afirme que el te y el café son los principales “manchadores” de dientes que existen en el mundo, no existen pruebas que demuestren tal cosa a ciencia cierta).

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